Actividad de julio 2004

Parqueadero Público.

Siendo julio 10 de 2004, y una vez cumplida la primera fase de la expansión global de actividades organizadas por la Corporación Full Dollar --empezando para ello con la instalación de la Galería en el centro histórico de México, DF desde mayo pasado-- nos es grato informar a la comunidad guayaquileña de la más reciente actividad en nuestra sede matriz.  Se trata de la instalación “Parqueadero Público con Capacidad para 10 que 12 Autos”.

La Corporación decidió, esta vez, mimetizar completamente las instalaciones con su entorno cercano, el mismo que ha visto una explosión de parqueaderos públicos (o sea privados) en el centro de la urbe.  Siguiendo el ritmo de los tiempos, contratamos a dos desempleados cuya fuerza de trabajo no significa egreso alguno para nuestra empresa.  Cabe recordar que la política cultural que privilegiamos como empresa puede ser resumida en diez palabras:  participación ciudadana sin costo alguno y en beneficio del arte. 

Mellington N. y Julio N. son parte de aquellos rarísimos ciudadanos que se hallan en condición de extrema pobreza.  No obstante, son útiles para efectos estéticos debido, principalmente, a su grado de autoestima --producto directo de la regeneración urbana acaecida en Guayaquil en los últimos años y que ha calado profundamente en la conciencia de los más desprotegidos.   Su autoestima, y no ningún otro factor socioeconómico, los ha llevado a cuidar autos a cambio de pagos simbólicos por parte de los usuarios en una estrategia que, a pesar de aparentemente atentar contra la seguridad de los transeúntes y el control comercial del espacio público por parte de la Municipalidad, todavía provee réditos económicos a todas las partes envueltas.

La Corporación hace uso de Mellington N. y Julio N. durante 12 horas diarias con la finalidad de que performen como actores del ejército industrial de reserva.  Para ello, se disfrazan como sujetos ataviados pobremente y provistos de una franela roja cada uno de ellos, la misma que debe ser sostenida en alto con su mano derecha cada vez que atisban un auto aproximándose por Pedro Carbo en dirección sur-norte.  Las franelas, por cierto, han sido la única inversión realizada por nuestra compañía para la realización de esta obra (US dólares $0,40 en total, recuperados inmediatamente después de la primerísima transacción realizada).  A continuación, se trata de hacer caber uno por uno hasta 10 que 12 autos simultáneamente alineados en 2 filas de 5 que 6 cada una, dentro de la sala de exhibición de la galería.  Intentando llenar los espacios vacantes a la brevedad posible, la acción se repite durante 12 horas, 5 días a la semana.

 La operación, aunque sencilla a primera vista, es un ejemplo de inserción del arte en la esfera pública puesto que, de manera completamente ilegal y gracias a un soborno pagado a los controladores municipales, para parquearse los autos requieren de atravezar arbitrariamente la calzada poniendo en riesgo a los transeúntes, proceso que, por supuesto, sirve como una metáfora de la filosofía de regeneración urbana que ha hecho de esta ciudad un paradigma de desarrollo urbano según Naciones Unidas y otros 440 expertos en gobernabilidad. 

 Este proyecto continuará en marcha día tras día hasta que el porcentaje de ganancia de los municipales suba a un punto en el que el negocio no resulte suficientemente rentable para nuestros propios propósitos comerciales/artísticos.  Como detalles de interés para quienes han reclamado algún componente ecológico en los mensajes estético/corporativos emanados desde Full Dollar, el piso de la galería tiene ahora no una, sino dos, matas silvestres creciendo a pasos acelerados.  Igualmente, sus paredes sirven como urinarios públicos para el conjunto de informales, pordioseros y dementes que dejan sus huellas en el centro a pesar de nuestros esfuerzos y los del Ministerio de Turismo.   

Haciendo mérito a la importancia de la documentación para crear suficiente autoridad intelectual sobre la intervención de arte en la ciudad aquí descrita, quienes se hallen interesados pueden adquirir un video (20 minutos, formato DVD) en el que se capta al Presidente de Full Dollar conduciendo un auto –prestado especialmente para la ocasión- hasta parquearlo en las premisas de su propia galería y agradecer a sus empleados.  Poesía visual pura al módico precio de US American coconuts twenty.

 

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Capital privado al servicio del arte contemporáneo y la limpieza sociológica.
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