El filósofo Vilém Flusser afirmaba que lo fotográfico sólo podía ser entendido como un acto de magia. El gesto que, desde una dialéctica máquina/humano (cámara/fotógrafo), detiene el instante para lo posteridad, es al mismo tiempo un acto condensador que inscribe mágicamente (creemos entender un proceso que sólo es comprensible como algo mágico) en la superficie significativa de la fotografía la visualidad del momento y tiempo que lo atraviesan. A través del cuerpo, de su comprensión afectiva y racional del mundo que habita, el fotógrafo, más allá de congelar el instante, “traduce hechos a situaciones; sustituyendo con escenas los hechos”
CERO POSTALES – Esteban Pastorino y Gonzalo Vargas M, texto de Alex Schlenker
30/11/2013 Por Leave a Comment
Fotografía extralimitada 3/UIO.
20/12/2011 Por 1 Comment
Texto curatorial de Mónica Herrera. Vengo aclarándolo desde la primera versión de Fotografía extralimitada en mi país. Tomo dos ejes claves para hacer una aproximación al estudio sobre la fotografía. La de Foucault con su definición de disciplina como “un ámbito de objetos, un conjunto de métodos, un corpus de producciones consideradas verdaderas, un juego […]