La Calle del Algodón (2004)
Proyecto fotográfico y de intervención urbana de Manuel Kingman G.
A partir de la reubicación de los comerciantes informales se habla de una recuperación del Centro Histórico, es comparado el antes y el después. El antes: el deterioro de las casas, la suciedad, la delincuencia, las mafias, en una palabra el caos. El después: el orden, la limpieza, el control a la delincuencia.
En cierta medida es cierto el Centro Histórico era un caos, pero un caos en el que se creaban situaciones y manifestaciones culturales irrepetibles en un espacio reglamentado.
El subir por la Calle Chile y ver una banda tocando para la Virgen patrona de los comerciantes de este sector, mientras las vendedoras bailaban en una calle inclinada, el poder mirar en pleno Centro de la ciudad a unos gansos ofertados en media calle, por citar dos de las miles de situaciones que se podían provocar en el Centro Histórico.
En la calle del Algodón (Sucre entre García Moreno y Venezuela), los comerciantes armaban los puestos de una forma creativa, cuidando de colocar cada objeto de una manera atractiva para el comprador, el espejo redondo delante del cuadrado, la bincha entre los mentoles, los sacos de tinte debajo de la baserolita, cientos de un objetos colocados en un ritual que duraba de dos a tres horas, que juntos lograban crear una estética propia.
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