Arte, institución y poder*
Crítico de cine y sociólogo
*Artículo tomado del Diario El Telegrafo, 22 de octubre de 2009
El arte es una esfera atravesada por relaciones económicas, sociales y de poder. Sería ingenuo negarlo. Sin embargo, me pregunto: ¿hasta dónde puede ‘negociar’ el arte con el poder político?
En un país como el nuestro, donde el campo artístico es frágil, la pregunta tiene una actualidad permanente. La historia reciente está llena de casos en los cuales la autoridad estatal (sea esta nacional, regional o municipal) le hizo saber al arte quién manda. A través de la censura, el silenciamiento, la invisibilización, obras que han incomodado al poder fueron desautorizadas saltándose toda la esfera artística. Artistas tan diversos como Hernán Zúñiga, Marcelo Aguirre, Julio Mosquera, Fabiano Kueva, Wilson Paccha, Santiago Reyes o Betto Villacís fueron sujetos de estos mecanismos.
Recientemente fui invitado a participar como jurado de pintura en el Festival Artes al Aire Libre (FAAL), en Guayaquil. Luego de una ardua deliberación, los miembros del jurado premiamos la obra que consideramos la mejor. Pocos días más tarde, fuimos invitados a reconsiderar el dictamen porque la obra trabaja con una temática incómoda para las autoridades políticas de la ciudad. Ya sin mi participación, se reestructuró el veredicto y se dejó sin premio a la obra en cuestión.
Al margen de toda consideración personal, creo que este es un episodio tremendamente nocivo para la escena artística ecuatoriana. Leo en él una desvalorización de las prácticas profesionales y artísticas. Una reducción de la separación mínima de tareas que garantizan el funcionamiento de la cultura y la sociedad.
Pero más importante aún, veo en ese acto un afianzamiento de prácticas autoritarias que silencian la capacidad de debate en el campo cultural, limitan el libre flujo simbólico y anclan la agenda artística a las necesidades del poder. Cualquier práctica que desafía el mantenimiento del orden y la autoridad es considerada peligrosa. Consecuentemente, es silenciada a cualquier precio.
Cuando en el país asistimos a un recambio generacional en el campo de las artes y la institucionalidad cultural, parece indispensable erradicar prácticas autoritarias y patriarcales que nos llevarían a los mismos errores del pasado. La escena artística ecuatoriana, en plena renovación, requiere diálogos abiertos en donde los agentes del campo de arte polemicen y deliberen por fuera de imposiciones unilaterales.
Las prácticas para-institucionales nos afectan a todos los agentes que de una u otra manera estamos tratando de construir un campo artístico y cultural nuevo. Es urgente que artistas, curadores, críticos, historiadores y docentes tengamos una posición vigilante y crítica respecto de imposiciones ‘dilucidadas’ desde la arbitrariedad del poder.
Es necesario abrir un debate sobre la institucionalidad del arte en nuestro país, que avale la subsistencia de una diversidad estética, política y conceptual liberada de la tutela de la autoridad estatal. Este es un aspecto innegociable sin el cual no podrán existir instituciones artísticas capaces de plantearse procesos a largo plazo.
EL ARTE EN ECUADOR AUN ES ASUNTO DE CLASE DE INVISIBILIDAD DE ARTISTAS CARNE DE CAÑON QUE SE VENDEN POR UNA SUVENCION, PARA MOSTRARSE Y CREAR CLIENTES POLITICOS Y DE ESTO QUIEN SE SALVA AMIGUITOS…
Y MENOS LOS GESTORES CULTURALES QUE LO HACEN, LOS REGENTES DE LOS MUSEOS, GALERIAS Y DEMAS, SI LO VEMOS CON CONCIENCIA ES INSUFRIBLE…EN ECUADOR NO EXISTEN OUTSIDERS
Y TODOS SOMOS INVISIBLES…DESDE EL MISMISIMO ITAE HASTA EL GRAFITERO SUREÑO…DESDE EL MUSEO METROPOLITANO HASTA LA CAS DE CULTURA DE LONGOS PAMBA…QUE PENA POR ESTE VERDE PAIS…Y DECIR DE LOS MONTAJES SIN RIERGO MAS QUE DE ROMPERNOS UÑA CON LA LLAVE DETRAS DE LA PUERTA DEL BAÑO…A TOMAR POR EL CULO PAJARITAS
QUISIERA PEDIR DISCULPAS PERO LAS INCONSECUENCIA NOS GOBIERNA..
DISCULPAS SOLAMENTE POR MI ORTOGRAFIA
Para los que quieran seguir los debates sobre Arte y Censura en facebook las direcciónes son estas:
Debate sobre la declaración de la Tronkal
http://www.facebook.com/note.php?note_id=159018430786&comments
Debate entre Monica Vorbeck, Lupe Alvarez, X. Andrade y Falco
http://www.facebook.com/note.php?note_id=159018430786&comments#/posted.php?id=702359574&share_id=156263472011&comments=1#s156263472011
Comparto, creo, con muchos, que uno de los graves problemas del arte en nuestrpo medio es el intervencionismo político. Cuando la función de las instituciones debería ser canalizar propuestas creativas, los políticos están interfiriendo con la libertad y fungiendo como directores de estas propuestas. del arte se quiere demandar que sea entretenido (para obtener réditos políticos!), no que sea crítico: hay una evidente manipulación política del arte que conlleva en sí misma una censura implícita. Se trata de reprimir toda forma de antagonismo en las artes y se censura implícitamente al arte que no sirve a fines políticos de turno (invisibilizándolo, negándole todo apoyo) o se censura explícitamente al que se atreve a cuestionarlo abiertamente. Inevitablemente esta injerencia arbitraria de los políticos en el arte genera corrupción. Nada hay de una orientación de servicio en estas instancias de gobierno, todo lo contrario, más bien denotan desprecio al trabajo creativo y a los profesionales del área. ¿O es que no nos sentimos todos pisoteados por igual al concer lo acontecido en el último FAAL?
Pero creo que aquí debemos hacer un ‘mea culpa’ general: ¿ha habido acaso una sociedad civil fuerte, una voluntad política firme para romper esas estructuras? Sólo saber que existe un frente fuerte y vigilante habría sido suficiente para que más de un político se abstenga de intervenir arbitrariamnte en un campo que debería tener garantizada su libertad de expresión; y a su vez, más de un administrador cultural habría podido pararle la injerencia al político y darle continuidad a su programa, si sabía que había un frente profesional capaz de movilizar una opinión pública que lo respalde.
Comparto la opinión de la mayoría que se han expresado en los foros de facebook, el de Christian León y uno anterior iniciado por X. Andrade, en el sentido de que es imperativo y urgente ampliar este debate, hacerlo ‘más’ público y trascender la frontera de nuestro gremio. Aún partiendo de una instancia tan escabrosa y delicada (por las escisiones regionalistas que puede generar, los réditos políticos que algunos oportunistamente querrán cosechar) es necesario desarrollar acciones, de manera profesional e informada, y ejercer una crítica que aporte y apuntale la independencia del arte y el profesionalismo de sus actores. Es hora de crear un precedente y un consenso amplio para defender una necesidad cultural básica: la libertad del arte y la libertad de la expresión artística.